Las Google Glass de #Google


Google Glass es un proyecto increíble, que nos hace creer que por fin estamos viviendo uno de esos futuros prometidos en el que los coches vuelan, tenemos colonias en la Luna o que podemos teletransportarnos de un sitio a otro en segundos. Es un futuro prometido en el que el acceso a la información está ahí, es transparente y Google Glass en cierta forma permite acceder a ella.
Glass es el primero de una nueva clase de elementos tecnológicos. Imposible de entender por algunos, indiferente para otros, excitante para unos más. Al ser el primero de su clase, las preguntas que se ciernen sobre este aparato no son pocas. Y es que al final, colectivamente tenemos que pensar en que se trata de una herramienta, como tal podría ser usada para no tan buenas utilidades como Google nos ha mostrado en varios vídeos.

La delgada línea de la privacidad

La privacidad es algo que cada persona tiene por derecho al nacer. Un derecho fundamental personal del que disfrutamos, es algo que aunque esté o no esté escrito todos deseamos tener. Pero durante las últimas décadas hemos visto como la línea que separa la vida pública de la privada es cada vez más ligera. No me refiero a que las redes sociales de alguna forma invada nuestra vida personal y privacidad porque somos nosotros los que controlamos las redes sociales, y si simplemente no quieres que algo se sepa, no lo digas.
Pero Glass en cierta forma aporta un grado de preocupación de la misma forma que los sistemas de cámaras de seguridad (CCTV) aportan cuando paseas por lugares supuestamente públicos, cuando en realidad estás siendo grabado a cada paso que das.
Glass es el CCTV personal. Un sistema capaz de seguir nuestra vida y a las personas que nos rodean, de forma voluntaria o incómodamente involuntariamente.

Del miedo a nuevas tecnologías a aceptarlo como algo normal

Siempre ha pasado. Nos da miedo los grandes avances tecnológicos hasta que llega el punto de que están tan extendidos que tenemos que abrazar la tecnología como nuestra. Hemos visto casos similares durante la última década de forma clara y muy similar.
¿Te acuerdas cuando los móviles no llevaban cámara y de pronto empezaron a salir modelos con cámara? ¿Para qué queríamos cámaras en el móvil cuando ya tenía una de mayor tamaño y de mejor calidad? Se trata de integrar diferentes aparatos en uno solo, no de calidad, si no de comodidad.
Había voces que querían que el flash siempre se disparase en el móvil para saber cuando te hacían una foto. O incluso podemos ver como algunos móviles hacen un ruido de disparador cuando haces una foto aunque tengas el móvil en silencio para alertar de que se está haciendo una foto. Cuando existe una cámara por delante, todos tenemos a entrar en pánico por nuestra privacidad.

Algo similar pasa con todos estos nuevos servicios que hacen un seguimiento continuo de cada paso que das como Nike Fuelband o Fitbit. “O no, todos los pasos que doy van a ser almacenados en internet para que malvadas empresas puedan venderlos al mejor postor”… Bueno, es posible que eso pase, que Nike, Fitbit o cualquier de estos sistemas decida vender tus datos para hacer dinero, pero no se trata de que vayan a vender tus datos, al final se trata de que estas herramientas te han dado resultados que crees que vale la pena. Si no estás desacuerdo, simplemente no lo uses.
¿Cómo podemos controlar esto con Glass y todos los sistemas similares que van a llegar durante los próximos años? En lo que respecta a tus datos, Google es conocida por usarlos para vender mejor publicidad relacionada con tus gustos. No creo que nadie debería sorprenderse si algún día esto ocurre con Glass.
En lo que respecta a ser grabado con Glass, aquí me temo que el único sistema que sirve es esa vieja manía y últimamente en desuso, “respeto”.
Vamos a tener que crear nuevas normas de comportamiento social con Glass de la misma forma que las creamos con los móviles. Vamos a tener que comprender que personas que están delante nuestra pueden estar hablando con nosotros pero que a la vez esté viendo información de la vida salvaje en la selva de Borneo.
Vamos a tener que acostumbrarnos a Glass, de la misma forma que nos tuvimos que acostumbrar a que en algún momento te harán una mala foto y aparecerá en internet. Quizá después puedas ejercer tu derecho a la privacidad y que se elimine ese vídeo o foto, pero no le tengamos miedo, al final la tecnología nos da más cosas buenas que dolores de problemas.

LA POLÉMICA

Un bar de Seattle prohíbe las Google Glasspor posible violación de la intimidad

Un bar de Seatle ha prohibido incluso antes de su lanzamiento la utilización de las gafas de realidad aumentada Google Glass dentro de sus instalaciones. Los gerentes del bar temen por una posible violación del derecho a la intimidad de sus clientes.

 The 5 point, ha prohibido el uso de este dispositivo en sus instalaciones por miedo a una posible violación del derecho a la intimidad de sus clientes. Así lo ha comunicado en una publicación en Facebook acompañada de una curiosa imagen de un ojo con el dispositivo.
En este post, su propietario, Dave Meinert, se explica que el establecimiento acoge a "gran variedad de gente" entre los que se incluyen gran cantidad de aficionados a la tecnología debido a la cercanía de Amazon.
"Hay que entender la cultura de The 5 Point que es a veces sórdido, incluso de mala fama y creo que la gente quiere ir allí y no ser conocido", escribe Meinert, que dice que los clientes de The 5 Point ciertamente no quieren ser grabados en vídeo de manera furtiva.
Además, Meinert concluye que, por esta razón, no permiten "que personas ajenas graben o tomen fotos no deseadas de otros clientes en el bar, ya que es una especie de lugar privado al que la gente va".

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