El Nido: Cuando el paraíso te cae encima

Día 13 de diciembre de 2017
Ya han pasado 13 días desde que me fui y cada día que pasa me siento más a gusto sin ninguna conexión. Es medicina, volver al biorritmo natural, el estado que el cuerpo te pide. Hoy nos quedamos en El Nido y hacemos última noche antes de coger el ferry hacia Corón. Hablando de noches, ¡la de ayer! Después de 3 Red Horse (la cerveza más fuerte aquí) ya iba contento. Hicimos un grupo de gente local y europea al Pukka Bar. Aquí les gusta el Reggae, música con buen rollo y también algo más cañero.
Ya de madrugada me despedí del Spanish team, John (nuestro instructor de Scuba diving) y caminé des del Nido a Corong Corong. 40 minutos de paseíto nocturno por las calles medio asfaltadas, mojado y... ¡una rata muerta! de la isla de Palawan.
Andrea se quedó y sé que ha vuelto alrededor de las 6:00 am a la cabaña que tenemos frente a la playa. Yo creo que triunfó con John y si fuera así me alegraría. ¡"Buenos días"! escucho mientras escribo estas líneas. Es Andrea que se acaba de despertar. ¡Ha dormido muy poco! y sí, se ha tirado al instructor de Scuba diving. Me comenta que hoy ya que tenemos el día libre porque no podemos volar (tras hacer submarinismo se debe estar 24h sin volar por seguridad), ha quedado con John. Para mí perfecto porque así voy a mi rollo. Tengo ganas de recuperar la esencia salvaje de viajar solo y hoy la podía recuperar.

Siempre he querido hacer Kayak en El Nido, en la otra punta del mundo, buscando islas vírgenes, playas blancas y Sol. Aún no sabía lo que estaba a punto de pasar. Me considero una persona aventurera y con ganas de explorar el mundo, así que alquilo un Kayak por 450 pesos y a descubrir playas e islas de El Nido. Anuncian que viene un tifón por el Sur de Filipinas y que tal vez toca la isla de Palawan. Los locales de la isla me comentan que vienen lluvias pero que tranquilo, aquí en El Nido hace buen tiempo y Sol. Hago broma y les comento que viene el típico tifón "protección 50" en el momento que el Sol calienta mi piel.
Ya encima del Kayak visito playas espectaculares, casi vírgenes, pasando por acantilados y aguas turquesas. Al fondo lejano veo que efectivamente vienen lluvias, pero estoy lejos y en dirección contraria. Sigo remando hasta la playa de Papaya Beach y la recorro hasta girar la isla.
De repente el acantilado que tengo detrás se tapa de nubes bajas y tanto izquierda como derecha la visibilidad es nula. Comienza a gotear, pero tengo la playa al lado, decido aparcar el Kayak y buscar refugio bajo unos troncos que en un futuro serán cabañas. Saco la toalla y me tapo para secarme y entrar un poco en calor. La lluvia se intensifica y empieza a calar entre los troncos y la toalla...
Una hora y treinta minutos aparcado con lluvia en una playa y tomo la decisión de volver a El Nido, entrar en calor con el ejercicio de remar y entrar en el agua, que está más caliente que la que cae del cielo.
Antes de terminar en ese nido de troncos y árboles, había estado alrededor de 2h remando, aunque he hecho parada en una caleta privada y he estado 30 min. Así tenía alrededor de 1:30h para volver a El Nido y dejar el Kayak. Miro el reloj, veo que son las 13:30h, el kayak lo puedo devolver a las 17h y aún no he comido. Tengo mucha hambre y por suerte unas Pringles me vuelven a dar alimento y energía. El frío es menos frío y he mojado la toalla en el agua del mar que debe estar a unos 25ºC. Vuelvo a hacer el mismo recorrido que he hecho para ir. Paso por al lado de un resort donde veo que los “boats” de los tours están aparcados esperando a que la lluvia pare.
Cuando me ven, una zodiac se acerca y me preguntan si todo ok. "Yes! All fine thanks" Hoy por mi orgullo sí, llegaré a El Nido por medios propios, aunque podría haber pedido ayuda e ir con el barco. Las nubes se calman y el mar también. Sólo se escucha el ruido del agua con el agua, que más que un mar parece un lago gigante torpedeado por las gotas del cielo. Lo empiezo a disfrutar, sentirlo; me sentía con fuerzas y que podía con todo. Buscaba aventuras y justo la estaba viviendo. No estaba planeado que, en el Paraíso de El Nido, el lugar más remoto de la tierra donde siempre hace Sol, cayera una tormenta tropical que lo puso todo del revés. La ruta más salvaje la tenía delante, no era de tierra, sino de agua, pero por suerte sé remar y nadar bien. Tocaba demostrarlo.
A las 16:40h llego a El Nido, devuelvo el Kayak como si nada hubiera pasado, todo mojado, pero contento de haber vivido una experiencia emocionante. Hoy dormiré muy bien. 

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