Fin de año en Sydney

Día 31 de diciembre de 2017

Hoy ha sido el día que mejor he dormido. Supongo que el cuerpo es consciente de que tiene más de 24h de vuelo y ha querido cargar pilas. En un día Andrea y yo tomaremos 3 vuelos. El primero de Cairns a Sydney, el segundo de Sydney a Dubai y el tercero de Dubai a Barcelona.

Tenemos una parada importante en Sydney, los fuegos artificiales de la Opera y Harbour Bridge. Andrea no lo ve claro, tiene miedo de perder el vuelo y se queda en Central Station por comodidad y yo decido ir solo. Son las 23:40h y tengo veinte minutos hasta llegar hasta Circular Quay y buscar un buen sitio para ver los fuegos y dar la bienvenida al año.

¡Hay mucha gente! Dicen 2 millones. Llego a una calle abarrotada de gente y con las mejores vistas que pude conseguir. Comienza la cuenta atrás y miro a la gente, el reloj, el cielo. Pum! Pam! Pim! Pum! Tiiiiriiii. El cielo se ilumina y la gente encantada hace "ohhhh", pese a no estar en la mejor ubicación el calor de la gente se siente.

Una vez los fuegos acaban, sobre las 12:20, busco la mejor forma de volver al aeropuerto. Termino en una estación, pregunto por los trenes y encuentro uno que para en el aeropuerto Internacional. Comparto tren con mucha gente, todo el mundo engalanado y yo cargado hasta los topes con la mochila. Al llegar al Aeropuerto Internacional me reencuentro con Andrea, le cuento cómo ha ido y descansamos. Salgo fuera de la terminal para respirar las últimas horas de aire en Australia. Son 24h de avión que se deben hacer para volver a casa, la aventura por Australia y Filipinas ya tiene final.

A las 6:00am sale el avión.