Angry birds: directos al estrellato


Si algo han conseguido los teléfonos móviles, más allá de las ventajas comunicativas, es llenar de vida aquellos espacios de tiempo antes perdido: el metro, el autobús, la publicidad entre película y película, las largas y aburridas reuniones... Y, en estos periodos de tiempo, un gesto se ha hecho habitual: presionar la pantalla del teléfono con el dedo índice, desplazarlo hacia la izquierda, moverlo ligeramente arriba o abajo para apuntar y soltar. Entonces, un pájaro cabreado sale disparado a la caza de los malvados (aunque al mismo tiempo entrañables) cerdos verdes.
Una de las pantallas de los simpáticos Angry birds.
Una de las pantallas de los simpáticos Angry birds.

FENÓMENO DE MASAS

Angry Birds se ha convertido en un fenómeno de masas en tan solo tres años. Por su simpleza, por su jugabilidad, por sus personajes, porque gusta a grandes y pequeños. "Es fácil, entretenido y dirigido a todos los públicos. Explota al máximo el entorno táctil; el guion es absurdo pero divertido; los personajes son simples, pero coloridos y graciosos; y hay niveles sencillos y otros muy complicados", afirma Jesús Alonso, director del máster de diseño y creación de videojuegos de la UPC.
La historia de Angry Birds se remonta al 2009, pero la empresa que lo creó y explota, Rovio, nació mucho antes: en el 2003, tres estudiantes de la Universidad Tecnológica de Helsinki (Finlandia) decidieron unir sus fuerzas para participar en un concurso de desarrollo de juegos para móviles. Lograron quedar primeros, fundaron su propio estudio de creación de videojuegos (Relude) y comenzaron a lanzar sus primeros títulos tras recibir inyecciones de capital de 'business angels' y cambiar su nombre a Rovio (2005). Entre el 2003 y el 2009, Rovio lanzó 51 juegos, la mayoría de éxito discreto. Pero a principios del 2009, en una reunión en busca de nuevas ideas para juegos, todo cambió.

EL DISEÑO GUSTÓ A TODOS

"Una de las ideas que se presentaron era una imagen donde había unos pájaros redondos muy cabreados sin alas ni patas. Caminaban por el suelo levantando una nube de polvo detrás de ellos e iban hacia un montón de bloques. Nosotros no entendíamos muy bien sobre qué trataba ni cómo se jugaba al juego, pero a todo el mundo de la sala le gustó el diseño de los pájaros", ha relatado en varias ocasiones Mikael Hed, fundador y consejero delegado de Rovio.
Invirtieron cerca de 100.000 euros en el desarrollo del título, y lo lanzaron para iOS (iPhone, iPad) en diciembre del 2009. Y, para promocionarlo, decidieron seguir una táctica de guerrilla: comentaron el lanzamiento a sus familiares, amigos y conocidos, y pidieron a todos los trabajadores del estudio que compraran el juego el mismo día. "Con un puñado de compras entramos en el 'top 10' de las más vendidas en Finlandia". Lograron situarse en el número uno poco después. "Eso no fue lo remarcable. Lo interesante es que semanas después continuábamos allí, y que también éramos número uno enSuecia", agrega Hed. Fue entonces cuando se dieron cuenta de que lo que tenían entre manos podía ser un gran juego. Una bomba. Y así fue.

MERCADOTECNIA

Llegaron las primeras actualizaciones, la plantilla de Rovio fue creciendo (hoy son 300) y, en octubre del 2010, lanzaron el juego para Android y Symbian, además de un nuevo título: Angry Birds Seasons. A finales de ese mismo año comenzaron a lanzar mercadotecnia de la saga, y en enero del 2011 el juego llegó a la PSP, Windows y Mac. En febrero del 2011 logró los 50 millones de descargas y, en marzo de ese mismo año, se lanzó Angry Birds Rio. En mayo llegó para los navegadores web, y en junio, para Windows 7.
El éxito de la saga era ya un fenómeno mundial, y su popularidad llegó a tal extremo que el primer ministro británico, David Cameron, o la cantante Kylie Minogue se declararon fans, mientras un estudio aseguró que el juego cuesta 1.200 millones de euros porque los empleados juegan en las oficinas. Rovio ya se había dado cuenta del potencial del invento y abrió la primera tienda física dedicada a Angry Birds. En diciembre pasado el juego alcanzó los 500 millones de descargas. Ya en el presente año llegó a Facebook y se estrenó Angry Birds Space. En mayo, la saga rebasó la cifra de los 1.000 millones de descargas. Y sigue sumando.
Rovio está valorada ya en más de 6.000 millones de euros, y eso que sus juegos valen 0,79 céntimos para iPhone y son gratis para Android. El por qué: "Hay un 1%-2% de los usuarios dispuestos a pagar por pasarse algunas pantallas, lograr contenidos especiales, etcétera", señala Alonso. Pero no es el único secreto: el director de márketing de Rovio, Peter Vesterbacka, reveló en Barcelona este verano que un tercio de los ingresos se consiguen ya de los productos derivados de la saga: peluches, camisetas y ropa diversa, juegos de mesa, cómics, material escolar, chapas, bebidas, episodios de televisión y película (en producción)... Y, también, del Angry Birds Land, el parque de atracciones de los pájaros enfadados más famosos del mundo.


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